Paola Torres _ Los últimos de Filipinas_ Goya 2017
Paola Torres logró el Premio Goya 2017 al Mejor Diseño de Vestuario por su trabajo en la película de Salvador Calvo, “ 1089 Los últimos de Filipinas ”.
En su segunda nominación a los premios de la Academia Española, después de su participación en el 2016 con “ Mi gran noche” de Alex de la Iglesia, el premio que recibió es el único que “ 1898 Los últimos de Filipinas” fue concedida fuera de su nueve nominaciones Entre ellos, el mejor director de novelas para Calvo, actor revelación, producción, fotografía, dirección, dirección artística, maquillaje, peluquería, sonido y efectos especiales.
Paola Torres, reconocida diseñadora de las Islas Canarias, fue responsable de la caracterización y vestuario de los valientes soldados de Baler, después de haber llevado a cabo una documentación en profundidad que permitió una recreación inequívoca de los uniformes y el estilo de la época.
Fue una nominación discutida junto con otros grandes diseñadores de la escena española: Lala Huete para “ La Reina de España ”; Cristina Rodríguez por “ No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas ”; y Alberto Valcárcel y una vez más, Cristina Rodríguez por “ Tarde para la ira ”.
Para la documentación, el diseñador contó con la ayuda de historiadores y expertos, ya que hay muy pocas representaciones gráficas e imágenes de la época, y mucho menos de esta anécdota paradójica de la España imperial.
Lejos de desear trabajar para el cine, Paola Torres comenzó su carrera en el mundo de la moda. Era miembro del equipo de Sybilla: comenzó en la tienda, pasó a tomar medidas y dedicó 14 años a ser su jefa de prensa. Al cine llegó por casualidad, invitada por el mismísimo Pedro Almodóvar. “Preparaba ‘La mala educación’ y el responsable era Paco Delgado, que se convirtió en mi mentor y la persona que me lo enseñó todo”. Tras varias películas trabajando con el dos veces nominado a los Oscar, empezó en solitario en ‘Oviedo Express’, de Gonzalo Suárez en 2007. Los siguientes fueron títulos como Del lado del verano (2012), Musarañas (2014), Felices 140 (2014) y Tiempo sin aíre (2014), antes de ser llamado por Alex de la Iglesia para Mi gran noche (2015).
También trabajó en Que Dios nos perdone de Rodrigo Sorogoyen, con 6 nominaciones para los premios Goya 2017. Además tiene otras 3 películas programadas: Bar y Perfectos desconocidos de Álex de la Iglesia, y En zona hostil de Adolfo Martínez Pérez.
“Cada vez que aceptas significa volver a empezar de cero”. Y como ejemplo pone ‘Los últimos de Filipinas’, por la que es candidata este año. “Nadie sabe cómo se vestía hace un siglo y eso te permite algunas licencias, pero un uniforme no te lo puedes inventar. El vestuario de estos soldados, además, es un hallazgo histórico. Para los que crean que España no inventa nada, que sepan que el tejido mil rayas de los uniformes fue un hito en la ropa de guerra, porque fue el primero con ideas miméticas, de camuflaje, y el más ligero de su época. Lo inventó un empresario textil de Barcelona y el Estado lo usó para sus militares de climas tropicales”.
“Dos días antes del rodaje todavía estaba tiñendo trajes: adelgacé siete kilos”.
“Como la guerra duró poco, con el sobrante el empresario confeccionó trajes de hombre de verano. De ahí surge el traje mil rayas. Cuando entré en la película, por tiempo era imposible encargar la fabricación del tejido. Necesitábamos un kilómetro de tela. Y apenas se usa hoy, menos en algodón puro. Al final, encontré un stock en una vieja tienda. Incluso conseguí botones originales del uniforme para reproducirlos. Dos días antes de empezar a rodar en Guinea, estaba aún en una tintorería terminando de teñir los trajes. Fue una locura. Adelgacé siete kilos”
TEJIDO MIL RAYAS
En algunos lugares se puede leer que la tela “seersucker” fue descubierta por los británicos en la India durante el período colonial y que su nombre proviene del indostaní, de las palabras shir-o-shakar (leche y azúcar). pero fue un fabricante catalán de tejidos, a quien, tras la pérdida de Cuba y Filipinas, se le quedaron colgados en los almacenes kilómetros de tela de rayadillo de algodón del uniforme colonial de nuestras tropas. A aquel catalán con el género colgado se le ocurrió dar una salida civil al estocaje de rayadillo militar del Ejército e inventó el traje de mil rayas para el verano”.
