Elsa Schiaparelli
Color de su firma: “Shocking Pink” (Modelo / fotografiado en Schiaparelli Por Steven Meisel / Vouge 2012)
Schiaparelli marcó el comienzo de su “color de la firma” ella apropiadamente llamado “rosa impactante” . Esta tonalidad viva y enérgica en capas un nuevo color de moda con diseños de moda de Schiaparelli que adornaban las mujeres. “En La Rosa” podría ciertamente describir la fascinación y atracción que Schiaparelli presentó a la moda y el mundo. Descrito a ser más en el lado de la tonalidad de color magenta, la introducción de este “Shocking Pink” es, sin embargo, digno de nuestra reflexión. Schiaparelli describe rosado como “dador de vida, al igual que toda la luz y las aves y el pescado en el mundo en su conjunto, un color de China y Perú, pero no de Occidente” . Sin embargo , tal vez. Entre las dos guerras mundiales, junto con el mayor rival, Coco Chanel , es considerada una de las diseñadoras de moda prominente de ese período de tiempo, con diseños se influenciados por los surrealistas como sus colaboraciones con Salvador Dai y Alberto Giacometti , su don de “Shocking Pink” añade una distinción de la donación de color de tonalidad sin tiempo al mundo de la moda.
Elsa Schiaparelli (1890-1973)
Nombre real: Elsa Schiaparelli
Lugar de nacimiento: Roma, Italia
Legado fashion: Si alguien ha influenciado a Miuccia Prada, sus diseños tomaron inspiración del cubismo, el futurismo y el surrealismo
Entre la larga lista de nombres que colaboraron junto a ella encontramos a la escritora Elsa Triolet, Jean Dunand, Alberto Giacometti, Christian Bérard, Meret Oppenheim, Andy Warhol, Leonor Fini, René Magritte, o a los fotógrafos Cecil Beaton, Horst y Man Ray. Y entre sus amigos Salvador Dalí, , Jean Cocteau, Christian Bérard, Jean-Michel Frank y Leonor Fini.
En 1937 Cocteau le enseñaría un dibujo que terminaría inspirándola para crear uno de sus más conocidos diseños. Un vestido y un abrigo con la ilusión de un bordado que hacía ver tanto a dos mujeres de perfil, como a un jarrón rebosante de rosas.
Mención a parte merece su intima relación con Dalí. Juntos diseñarían la polvera en forma de rueda de teléfono, el traje escritorio, el vestido “lágrima” o el surrealista sombrero en forma de zapato, una de sus más conocidas colaboraciones.
En 1934 Dalí había comenzado a introducir la Langosta en sus creaciones, y en 1937 impresionaba un gran dibujo de una de ella junto a unas ramas de perejil en un vestido de organdí blanco. Aquel vestido pasaría a la historia por las fotografías que Cecil Beaton realizaría de Wallis Simpson poco antes de su matrimonio con Eduardo VIII.
Leonor Fini realizó para Schiaparelli diversos motivos para tapices, papeles pintados e ilustraciones para Vogue et Harper’s Bazaar.
Conocida por inventar la falda pantalón , el vestido langosta, el sombrero zapato y los estampados trampantojo son sólo algunas de sus increíbles creaciones. Elsa era arriesgada, fuerte y estaba lista para demostrarle al mundo que las mujeres se podían vestir con prendas que fueran más allá de los vestidos románticos y los detalles delicados. El color rosa eléctrico era su favorito y lo llevó a varias de sus creaciones. Hoy, todavía se le identifica a ella y a su obra con este llamativo tono.
Elsa desplegó toda su inagotable creatividad en sus diseños, usó aspirinas para confeccionar collares, convirtió plástico e insectos en materia prima de bisutería, decoró trajes de alta costura con rudas cremalleras y elaboró vestidos con los últimos y novedosos materiales sintéticos e industriales como celofán o rodofán. La modista creía que los botones eran aburridos, así que los transformó en pequeñas esculturas: grillos, caballitos amaestrados, faldas abiertas con piernas de bailarinas de can-can francés, trapecistas, coronas o terrones de azúcar. El mérito más grande que se le reconoce a Schiaparelli fue el haber revolucionado la moda entre 1930 y 1940, sin ningún tipo de preparación profesional previa. Sus prendas eran combinables entre sí, chaquetas abiertas, pantalones capri, líneas suaves y redondeadas. Hasta sus célebres boleros eran más que un complemento de lujo, pues su función era proteger los hombros y los senos, que, según la creadora, son las partes más vulnerables del cuerpo femenino.
Dentro de las múltiples invenciones, ella destaco en la bisutería, aplicar lentejuelas a todo lo que fuera posible y los botones echos de falsas joyas. En este caso con ayuda del Schulmberger.
Dentro de en su vida de hiperactividad empezó a teñir pieles, bordar jerséis con pedrerías maravillosas, invento mangas surrealistas, se inspiro sin cesar en el arte egipcio, y arriesgo la primera en colores fosforescentes, coloco cremalleras a la vista, creó sombreros casi dedicados a Laidy Gaga, desde helados a chuletas de cerdo. No hay que olvidar que el humor era uno de los núcleos de su vida.También se inspiro en el circo, para según ella crear sus mejores piezas, se inspiro en las páginas de los periódicos, se obsesiono con los símbolos del zodiaco.
En 1933 introdujo la manga pagoda. Teñía las pieles, colocaba candados en los trajes y puso de moda el traje tirolés. En 1935 tiñó las nuevas cremalleras de plástico del mismo color que las telas, colocándolas a la vista en vez de ocultarlas. Bordó los signos del zodiaco en su ropa y vendió bolsos que se encendían o tocaban una melodía al abrirlos. Dos de sus modelos de sombrero más famosos tenían forma de helado de cucurucho y chuletas de cordero.
El vestido “Skeleton”, que tanto recuerda a algunos de los más llamativos diseños de McQueen. Un perfume en forma de portavelas al estilo Moschino. Una combinación de voluptuosa falda y entallada blusa, hoy sello de la diseñadora Carolina Herrera. Florales y enjoyados guantes, como los que pueden verse acompañando a las creaciones de Joseph Font para Delpozo. Los ya mencionados plisados que heredaría Issey Miyake. Y prendas de corte masculino y militar, que abrían los caminos por los que más tarde transitarían diseñadores como Yves Saint Laurent, son tan solo una pequeña muestra del poder inspirador y de atracción que han mantenido con el paso de años las creaciones de Schiaparelli.
Su obra se adelanta en el tiempo en el campo de la investigación textil y en la mezcla de elementos hasta entonces no empleados y por su compromiso a la hora de crear y concebir la moda como una expresión artística más. Más adelante le seguirá la obra de muchos diseñadores que en ella han encontrado una fuente de inspiración inagotable para su trabajo que, como acabos de ver llega hasta nuestros nuestros armarios. Yves Saint Laurent en la década de los setenta transitó los caminos aventurados por Schiaparelli hace casi un siglo. También podemos destacar la colección en la que Dolce & Gabbana convirtió sus guantes en bufandas y tocado;, los delirantes zapatos en el tacón horizontal que creó Marc Jacobs o los diseños de Viktor & Rokf, Alexaander McQueen, Delfina Delettrez; Lulu Guinness con diseños como su bolso inspirado en el vestido de langosta: o el español Jesús del Pozo, cuando concibe a sus vestidos como sus esculturas habitables o sus “trajes pieza”.
En definitiva, Schiaparelli consideraba a la moda como un arte y, por tanto, imposible de desvincular de la evolución de las artes plásticas contemporáneas y sobre todo de la pintura. El surrealismo le sirvió como fuente de inspiración básica. Se decantaba por el color, el ornamento, la fantasía y el fuego y los desarrolló de acuerdo con el espíritu de la época. Diseñó prendas que llamaban la atención sobre el valor del objeto de la moda como fetiche, creando perturbadores complementos como los guantes con uñas, las botas de pelo y el vestido de lágrimas.
“En tiempos difíciles, la moda siempre debe ser estrafalaria.”
En 2012, ese llamativo color volvió a las primeras páginas, cuando tanto la primera dama Michelle Obama y su aspirante a sucesor Ann Romney lo eligieron para sus trajes.
Mientras tanto, el Metropolitan Museum of Art Conversaciones imposibles hizo una exposición ese mismo año, contrastando las visiones de Prada y “Schiap,”
Elsa Schiaparelli (1890-1973)
Nacimiento de un diseñador de moda surrealista
Elsa Schiaparelli Luisa María nació en Roma, Italia, el 10 de septiembre de 1890. Sus padres fueron el aristocrática Celestino Schiaparelli (sánscrito académico y decano de la Universidad de Roma) y su esposa, la también aristocrática María Luisa Domenitis.
Era un clan consumado, así como un uno socialmente prominentes. Elsa era una sobrina del astrónomo Giovanni Schiaparelli, el que es el más conocido para la asignación de los canales de Marte. El ilustre familia también incluyó Ernesto Schiaparelli, el egiptólogo reconocido que fue acreditado con el 1906 descubrimiento de la tumba de la reina Nefertiti, así como la tumba de Kha.
De acuerdo con todos los informes, joven Elsa era un joven rebelde de alto espíritu y creativamente inclinada desde sus primeros años. Era un personaje que le fue muy útil en su carrera, en la que rompió todas las reglas establecidas para la moda y se acercó al campo del diseño con un toque caprichoso. Ella debe sin duda, sin embargo, han sido objeto de cierta preocupación para sus padres! O tal vez no: hay indicios de que el joven Elsa no recibió mucho en la forma de afecto abierta, y se dice a su madre que le han enseñado que era “feo” en comparación con su hermana mayor.
Quién sabe qué impacto duradero sus primeros años pueden haber tenido en la unidad de Schiaparelli a “bordear el borde del ridículo” e impulsar a sí misma en la vanguardia de la moda de París …
De la vida familiar a la manera del mundo
En 1919, ella misma después de haber eliminado a París de “entrenamiento de lujo”, de su familia, que ella creía que era sofocante su creatividad, de veintidós años de edad, Elsa casó (en cierta precipitación) el teósofo francés Comte Guillermo de Wendt de Kerlor.
Una hija, María Luisa Yvonne Radha de Wendt de Kerlor – conocido como “Gogo” – nació en 1920. Al año siguiente, la de Kerlors trasladó de Europa a Nueva York, donde Elsa trabajó como traductor y guionista, mezclado con una artística multitud para visión de futuro como para ser radical, y vendió unos modas francesas a algunos de sus amigos ricos de América.
En América daría a luz a su única hija, “Gogo”. Abandonada por su marido a las pocas semanas, comienza a trabajar con Gabrièle Buffet-Picabia, quien la introduce en el circulo dadaísta neoyorquino.
Silvia Alexandrowich, modista coetánea a ella con quien mantuvo una disputa seguida por la prensa dijo de ella: “Schiaparelli alcanza la gloria a lo largo de la década de los años treinta. Se la gana a pulso, trabajando día y noche con colaboradores y artistas del más alto nivel técnico y creativo, y con una audacia empresarial inaudita. Su instinto para las relaciones públicas es notorio y controvertido. Y su reputación de mujer difícil y narcisista no hace más que reforzar el mito que se va construyendo a su alrededor, y que, en cualquier caso, la favorece. Elsa Schiaparelli explota todo lo que es y crea, pero lo hace con la transparencia y la honestidad de quien, trabajando con artistas y profesionales de renombre, no se apropia de las ideas ajenas y es generosa con las propias. Su modo de mezclar la moda con el arte es algo nuevo y revolucionario que fascina a una sociedad sumida en la incertidumbre económica y política generada por el crack bursátil de 1929″.
Katherine Hepburn con un vestido de Elsa
Suzanne Flon y Zsa Zsa Gabon con vestidos langosta para la película Moulin Rouge (1952)
Durante esta etapa Schiaparelli interioriza los conceptos de funcionalidad, libertad y comodidad tan propios del modo de vestir americano. Será ella quien los traiga a Europa, plasmándolos en algunos de sus revolucionarios y confortables diseños, como la falda pantalón que luciría la tenista española Lili Álvarez durante el torneo de Wimbledon de 1931.
El matrimonio terminó en 1922, quizás debido en parte a la aventura de William con el infame bailarina Isadora Duncan, tal vez debido al impulso de Elsa a tallar su propio camino, o tal vez porque la pareja eran simplemente inadecuados – ¿quién sabe? En cualquier caso, Elsa volvió a Europa con su hija.
No se sumergió en su carrera en la moda con toda la concentración grave de una madre soltera con una hija para apoyar – y un niño que había desarrollado la poliomielitis, no menos – que viven la dura vida de una modista empobrecida mientras se esforzaba para hacer su lugar en el mundo.
Sin embargo, a pesar de que fue sin duda un momento difícil para “Schiap”, como sus amigos la llaman, la imagen valiente de una mujer joven que trabaja duro inclinado sobre ella aguja e hilo en un ático de la rata de gestión frío puede deberse tanto al romance como realidad. De acuerdo con las memorias de Patricia Volk, sorprendió: Mi madre, Schiaparelli, y yo , su hija Gogo pasó muy poco tiempo viviendo con su madre, entre las enfermeras, los médicos y los internados en Suiza.
Elsa, se superaba siempre a sí misma, en sus diseños y presentaciones y desfiles, que se convertían en verdaderos espectáculos teatrales.
Impulsora del Branding.
Cultivó amistades que le aportaban clientes de una manera innata. Cerraba vestidos con “candados” que pasaban a formar parte del lenguaje de la firma, cuyos perfumes empezaban siempre con la letra “S”. Si Poiret hacía décadas que había traspasado las barreras naturales de su oficio, ahora Schiap hacía lo propio y era la primera diseñadora en crear una línea de bolsos y de gafas. El universo Schiaparelli parecía infinito, y sus llamativos diseños no hacían más que incrementar una lista de clientas entre las que se encontraban La Duquesa de Windsor, Katharine Hepburn o Marlene Dietrich.
Sus aportaciones al lado más “industrial” de la moda no terminaba ahí, y sería la primera en dotar a sus colecciones de un nombre y un hilo argumental. Para su extraordinaria colección “Le Cirque” contó con trapecistas y acróbatas vestidos de satén rosa, en una representación que se convirtió en lo más parecido a un desfile.
En América daría a luz a su única hija, “Gogo”. Abandonada por su marido a las pocas semanas, comienza a trabajar con Gabrièle Buffet-Picabia, quien la introduce en el circulo dadaísta neoyorquino.
Durante esta etapa Schiaparelli interioriza los conceptos de funcionalidad, libertad y comodidad tan propios del modo de vestir americano. Será ella quien los traiga a Europa, plasmándolos en algunos de sus revolucionarios y confortables diseños, como la falda pantalón que luciría la tenista española Lili Álvarez durante el torneo de Wimbledon de 1931.
Schiap y surrealista Moda
Cuando, en la disolución de su matrimonio, Elsa se trasladó a París y estableció su taller de diseño, pronto se hizo conexiones influyentes en los salones del mundo del arte surrealista, colaborando en varios diseños con artistas como Jean Cocteau y Salvador Dali .
Tejer un suéter Schiap
El Philadelphia Museum of Departamento de Vestuario y Textiles de arte, de la cual forma parte Lisa Stockebrand, que tuvo lugar “Impactante! El arte y la moda de Elsa Schiaparelli”, una retrospectiva completa de de obra de Schiaparelli del 28 de septiembre 2003- 4 enero de 2004.
Antes de esa exposición, Lisa escribió un patrón actualizada del Bowknot suéter basado en el jersey de la colección del museo utilizando un calibre mayor y hacer adaptaciones ligeras para un ajuste más moderno.
El famoso trompe oeil era parte de su colección de noviembre de 1927. El suéter estaba unido mediante una técnica fascinante que dio el suéter, en palabras de Elsa, una “mirada fija”. Schiaparelli había visto un jersey de punto de esta manera inusual y rastreado la tejedora, una mujer de Armenia, que tejió los primeros suéteres y como vendió más prendas, otras mujeres armenias en París familiarizados con este método fueron llamados a tejerlos. Es a partir de estos tejidos de punto que llamamos la técnica de “Armenia”.
Las líneas de un vestido de Schiaparelli eran inconfundibles, y ella se le atribuye la introducción del ancho hombro a las prendas de las mujeres que dominaron la moda a través de la Segunda Guerra Mundial, el uso de cremalleras de colores como elemento de diseño, el uso inusual de telas con texturas, así como el vestido de langosta, Sombrero de zapatos, y otras creaciones de moda surrealista – no menos importante de los cuales es el rosa impactante color para la que está ahora más recordado.
Sorprendente por Schiaparelli – Perfumes de Mujer
En su autobiografía cuenta que su fascinación por este color vino al ver el diamante Cartier de su amiga Daisy Fellowes, “brillante, imposible y descarado”. Era 1937 y Schiaparelli preparó el lanzamiento de su nuevo perfume, “Schoking”, que decidió vincular con este nuevo color que había descubierto. El perfume resultó un éxito, y su caja, de un intenso color rosa “Shocking”, contribuyó a popularizar el color.
Le gustaba tanto su nuevo tono que comenzó a incluirlo en vestidos de noche, pañuelos y barras de labios, hasta convertirlo en el tono corporativo de la casa. Y su adjetivo, “Shocking”, en sinónimo de su propia vida, hasta el punto de dar nombre a su última colección, “Shocking Elegance”, y a su autobiografía, “Shocking Life”.
El diseño del paquete de impactante de Schiaparelli Eau de Parfum , diseñado en 1937 por Leonor Fini para el sello de Elsa, dio su nombre al color rosa impactante, color de la firma del diseñador surrealista que había sido introducido en el año anterior.
La forma de reloj de arena del torso de la botella de perfume se inspira en Mae West - o, más bien, en la forma de la modista con curvas que el diseñador había utilizado en los disfraces de la rolliza señorita West por su papel protagonista en la película de cada día un día de fiesta (1937).
Hasta su muerte, en 1973, vivió de los ingresos derivados de sus perfumes.
Caída y auge (y subida) de la Maison
Su competidor más cercano – y rival más amarga – fue la notable Coco Chanel. Schiap despectivamente llama Chanel “sombrerera”, mientras que Coco le devolvió el favor mediante la descripción de Elsa como un “una artista que hace ropa”.
Schiaparelli vivió en los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial – y por supuesto quería vestir a la gente de Hollywood – pero regresó a París después de los años de guerra y volvió a abrir su negocio de diseño.
En 1954, lanzó su última colección, y dejó el mundo de la moda.El resto de su vida vivió en Túnez y París, criando sus dos nietas. Jubilada, escribió su autobiografía, que describe en detalle cómo lograr popularidad y reconocimiento. Murió en 1973 a los 83 años enterrado con su pijama rosa favorito.
Pero donde Chanel prosperó, y su nombre es hoy en día mucho más conocido que el de su rival, de origen italiano, la suerte de Schiaperelli disminuyó en la década de 1950.
Tal vez fue que su tiempo había pasado.
Tal vez fue porque su uso innovador de telas y claridad de visión, a veces se ve ensombrecido por la excentricidad de su carácter y la compañía mantuvo.
Igualmente probable, sin embargo, según muchos historiadores de la moda, la causa de la desaparición de la etiqueta era la facilidad con que los diseños podrían ser copiados por los fabricantes sin marca y se venden en la calle por una fracción del costo de la ropa de diseño.
En 1954 la Cámara de Schiaparelli cerró sus puertas, y “Schiap” se retiró a escribir su autobiografía, La vida impactante . Murió en París el 13 de noviembre., 1973
Sin embargo, fue que el final de su legado al mundo de la moda, o de su marca memorable?
Fue una diseñadora iconoclasta que además experimentó con tejidos con textura, creó botones ornamentales con forma de espejos de mano y sombreros decorados con racimos de uva y pájaros cayendo. Toda una visionaria que creó el primer vestido de alta costura con cremallera y la famosa falda-pantalón, una prenda que impresionó e incluso escandalizó a una sociedad nada acostumbrada a que las féminas vistieran con aires varoniles y que consiguió ser conocida gracias a que su amiga la tenista española Lilí Álvarez la llevó puesta durante un partido de Wimbledon. Tuvo la voluntad de trascender la belleza convencional para concebirla como una forma de expresión y de metamorfosis.
Una mujer que revolucionó el mundo de la moda, no entendiéndolo como un simple mercado sino como arte.
En 2006 la casa de Schiaparelli fue comprada por el grupo de lujo Tod´s. El 30 de septiembre del 2013 el grupo nombró a Marco Zanini como director creativo de la casa de Schiaparelli, a cargo de la Alta Costura y prêt- colecciones à-couture. Con un estudio de diseño y taller instalado en el edificio histórico en el 21 lugar Vendôme, la misma ubicación en la que Elsa Schiaparelli trabajó, Marco Zanini está trayendo nuevamente a la vida a esta mítica casa de alta costura.
El motivo del Museo Metropolitano de gran 2012 Exposición de Arte en Elsa Schiaparelli y Miuccia Prada fue una señal apropiada trascendental para el regreso de la marca Schiaparelli – con la reapertura de la Maison en sus mismos barrios de Paris venerables a los 21 Place Vendome, y en 2013 una colección homenaje por Christian Lacroix, a sí mismo algo así como un punto de referencia en el universo de alta costura.
Pero, ¿puede la, estilo Schiap impactante atrevida sobrevivir en un nuevo siglo, más de 40 años después de la muerte de su fundador?
Sí, la Cámara de Schiaparelli estaba de vuelta en las pasarelas de París Semana de la Moda en enero de 2015, pero un equipo de diseño interno ha estado a la cabeza durante algunos meses, a la espera del nombramiento de un nuevo director creativo. zapatos de Elsa Schiaparelli – o sombrero zapato – puede llegar a ser difícil de llenar.