Oscar 2014
Qué se repitió y qué nos sorprendió en los Oscar 2014
http://blogs.revistavanityfair.es/radar/2014/03/03/que-se-repitio-y-que-nos-sorprendio-en-los-oscars-2014/
Esto se podría haber escrito, con pocas variaciones, el año pasado; casi con seguridad, también el que viene. Esto ocurre porque los Oscar son repetitivos y conservadores, como los grandes rituales. Eso nos tranquiliza. Pero necesitamos novedades y esa máquina espectacular que es Hollywood también nos las da.
Estos son algunos elementos que, desde los últimos años, encontramos en los Oscar y otros que hemos visto la primera vez.
NOVEDADES 2014
El pelazo de Jared Leto. El mundo cambió la opinión acerca de este actor menudísimo cuando apareció con una larga y degradada melena. De repente, muchos heterosexuales comenzaron a salivar. Leto gusta más a los hombres que a las mujeres que son, somos, más del biotipo Fassbender. Ganó el premio el Mejor Actor de Reparto y lanzó un buen discurso.
La resurrección de Matthew McConaughey. Pero para vuelco el que hemos dado todos con respecto a Matthew McConaughey. Amamos a este actor. Lo amamos y lo decimos en voz alta. De hecho, hemos aprendido a escribir su apellido. Antes no hacíamos ninguna de las tres cosas, pero en un volantazo, el actor texano (o su agente) han elegido papeles estupendos que le han permitido demostrar todo lo que ha aprendido tras media vida actuando. Ha ganado el Oscar por Dallas Buyers Club pero yo se lo daría por sus cinco minutos de la película de Scorsese o por el inquietante policía True Detective, aunque no haya Oscar para las series.
Lu-pi-ta. ¿Os acordais de cuando Lupita Nyong’o no existía? Yo tampoco. Lupita es ubicua, con su sonrisa y su colección de vestidos monocromos. Elevada a icono de la moda en meses, lo tenía muy difícil. Cualquier elección iba a ser criticada y esta también lo ha sido. Que si mucho escote, que si muy previsible. Lupita, tú a lo tuyo, que estabas preciosa con ese vestido color azul bebé de Prada. Y sí, queremos una diadema como la tuya que seguro que fue idea de Miuccia, que ella es muy de diadema. Se llevó su Oscar a Mejor Actriz de Reparto, por cierto. Larga vida a Lupita, aunque el apellido Nyong’o aún no lo escribamos bien a la primera.
Los shorts son el nuevo sombrero. Tras el sombrero de Pharrell Williams llegaron los shorts. A mí me parece bien. Y esto es todo lo que puedo decir.
Novias en la alfombra roja. Vestir de blanco por la noche era impensable hace años. Ahora ya no no: todo vale siempre que el resto de los códigos se respeten. Y si no, también vale. Este año se anunciaba a mucho blanco vistas las tendencias de la pasarela y la previsión se ha cumplido.Naomi Watts vistió de blanco y mucho menos desvaída que en otras ocasiones gracias a sus labios rojos y a su tupé. Y Penélope Cruz iba guapa con su Giambattista Valli entre rosa y blanco. Para la fiesta de Vanity Fair (esa a la que nunca me invitan) se cambió y se vistió de negro. De hecho, en esa fiesta, LA fiesta, siempre hay más colorido que en la gala, pero eso no es una novedad 2014, eso es un clásico.
El trío Antes De. Podría haber ido en chándal o con vaqueros de madre y nos seguiría pareciendo estupendo. Richard Linklater, Julie Delpy y Ethan Hawke, encima, fueron guapos. No soporto que me gusten tanto.
Hombres, hombres. Siempre arrinconados por las mujeres, este año se han reivindicado. Los smokings blancos rompieron la baraja y se vieron azules en Kevin (qué miedo da cuando habla)Spacey y el azul más discreto de Di Caprio. Destaco a Toni Servillo, muy diferente pero tan fabuloso como en La Grande Belleza. Y siempre está Benedict Cumberbatch, para darle sentido a todo. Este inglés es ese hombre guapifeo que el resto de los hombres no entiende que nos guste. Es el Prada de los hombres. Y después de su photobomb a la foto de Bono hemos renovado los votos con él.
CLÁSICOS DE AYER, HOY Y SIEMPRE
Cate Blanchett demostrando que pertenece a una raza superior . Todas sus apariciones son perfectas y marcan eso que llama la prensa seria (no yo!) un fashion statement. Este año, para recoger su Oscar a la Mejor Actriz, ha vestido de Armani Privé. El vestido era una joyita que le sentaba todo lo bien que esperábamos, aunque la he visto mejor otras veces. Y, sí, le agradeció el premio a Woody Allen.
Los pómulos de Hollywood. Meryl Streep es una diosa absoluta siempre, lleve gafas o vestido de señora de boda. En esta edición iba, además, fabulosa. Su falda y top eran preciosos y un maquillaje resaltaba esos pómulos con los que se puede conquistar el mundo. Unos buenos pómulos son un don del cielo.
Jennifer Lawrence. De este mujer esperábamos una caída y un palabra de Dior, perdón, de honor. Los tuvimos ambos.
Otro clásico es Charlize Theron llevando en joyas el equivalente al PIB de un país africano.
Dudas. Siempre hay alguna aparición de la que no se sabe qué pensar. Este año han sido las deAnne Hathaway y la de Julia Roberts. El de la Roberts, de Givenchy, parecía un gran vestido pero aún no tengo opinión sobre él. Me suele pasar con esta mujer, una actriz que, por otra parte, me gusta mucho y de la que tengo mi propia anécdota personal que, por supuesto, no pienso contar aquí.
Vestidos palabra de honor. ¿Hasta qué milenio vamos a seguir viéndolos? Lo cierto es que quedan bonitos y dan bien en foto. Sandra Bullock llevó uno azul de McQueen parecido al de Amy Adams; esta llevaba uno de Gucci que le sentaba bien, aunque si hubiera sido su peluquera le habría sugerido llevar el pelo suelto y no en forma de moño paralizado. Es pelirrojo, alma de cántaro, no lo recojas. Y no le eches la culpa a la humedad, que eso es lo que hacemos las mortales que te vemos en pijama.
PD: Mis favoritos, por si a alguien le interesa fueron: June Squibb, porque adoré su papel enNebraska, Emma Watson, porque, sin salirse del guión, se sale un poco y le sale muy bien,Meryl Streep porque es mi actriz favorita y a mí mi gente favorita siempre me parece muy guapa; de Kate Hudson me encanta su actitud de estrella y, de Lupita su encanto y su diadema. Y los hombres, prácticamente, me gustaron todos desde Sherlock a Bill Murraypasando por Cuarón y Brad Pitt. Todos, así, en masa.
Imagen: Reuters/Cordon Press