El tiempo entre costura – Moda retro

Diseñadora de Vestuario: Sabine Daigeler

El diseño y el patronaje juegan un doble papel en la serie que se ha convertido en todo un éxito de masas esta temporada. Es la causa y la consecuencia , el motivo último de la historia y el imán para los espectadores. Tras diez intensos capítulos, la ficción echa el cierre con los niveles de expectación en su máximo nivel.

El tiempo entre costuras termina con unos datos de escándalo: 4.827.000 espectadores de media y un 25,3% de share. Atresmedia y todos los canales que acoge el gigante mediático organizan un evento por todo lo alto para decir adiós a Sira y a sus históricos acompañantes.

Previamente a la emisión del último capítulo, el despliegue está servido. Entre ciclos de “tras las cámaras”, entrevistas y reportajes inéditos, destacará la presencia de la actriz Adriana Ugarte, la protagonista, y la escritora María Dueñas, el cerebro fundacional del best seller.

Y uno de los grandes atractivos es el vestuario. Abuelas y madres de toda España se han reunido alrededor del televisor para sentirse identificadas y admirar los modelos al grito de “¡yo tenía esos zapatos!”. Un nexo generacional con aires nostálgicos que se han materializado en telas y pespuntes. Especialmente en la sombra se han mantenido los secretos de la artífice real de estos sofisticados diseños, más allá de las escenas entre máquinas de costura y alfileres.

Ella es Bina (Sabine) Daigeler, avezada figurinista y aclimatada a las alfombras rojas. En su currículum despuntan sus cuatro nominaciones a los premios Goya por  Volver, Todo sobre mi madre, Inconscientes y Princesas. Su teléfono lleva años sonando sin parar y no sólo para conceder entrevistas. Al otro lado de la línea se han situado personalidades como Antonio Banderas para su El camino de los ingleses, Emilio Aragón para Pájaros de papel o Alejandro González Iñarritu paraBiutiful.

Con las maletas siempre preparadas y una residencia nómada, no es de extrañar que Daigeler nos atienda desde Nueva York. En pleno rodaje de la nueva película de Robert de Niro y John Turturro,  Hands of Stone, Daigeler contesta a nuestras preguntas y elige sus tres vestidos favoritos.

Diseñadora de una época “aburrida”

“Aburrida” es la palabra con la que define esta modista al periodo de los años 40 en la moda española. “Es una etapa que se ha reflejado en las pantallas en innumerables ocasiones, una época muy corriente para un figurinista actual”, admite Daigeler. Los diseños inspirados en la primera etapa en Madrid invitan menos al alarde y la utilización de telas refinadas: “España era pobre y muy austera, casi todos los vestidos están hechos de algodón y lana”.

Aunque a motivos prácticos, la vorágine del rodaje no permitía licencias de tiempo para la confección de los vestidos de fiesta: “Te pedían el lunes el diseño y el viernes, como tarde, tenías que tenerlo creado, muchas veces por partida doble”. Para la parte ostentosa de la novela, Daigeler encontró su inspiración en grandes firmas de la época como Chanel, Paul Poiret y Elsa Schiaparelli.

De entre los más de 200 figurines que dibujó la delineante, 40 eran únicamente cambios de vestuario para el personaje de Sira. Adriana Ugarte ha tenido el honor de vestir unos escotes imposibles, estampados cuidados al milímetro, turbantes, bañadores de época y sedas naturales. Y aunque reticente, cual madre obligada a elegir entre sus retoños, Sabine Daigeler ha admitido sus tres trajes preferidos.

Adriana Ugarte como Sira en la serie El tiempo entre costuras

Adriana Ugarte, Sira (‘El tiempo entre costuras’).

El primero que ha señalado la modista es este traje blanco con chaqueta fruncida y turbante que Sira luce en el Hotel Ritz en el capítulo 6. La diseñadora ha destacado también las maletas vintage de Louis Vuitton.

Adriana Ugarte como Sira en la serie El tiempo entre costuras

Adriana Ugarte, Sira (‘El tiempo entre costuras’).

El vestido de fiesta negro con grandes flores blancas estampadas es uno de los que Sabine recuerda con más cariño. Este diseño lo pudimos disfrutar en el capítulo 8, cuando Sira celebra el fin de año con su padre.

Adriana Ugarte como Sira en la serie El tiempo entre costuras

Adriana Ugarte, Sira (‘El tiempo entre costuras’).

El abrigo azul que lleva la protagonista durante su encuentro con el periodista Marcus Logan en el Retiro, también en el capítulo 8, es una de las piezas predilectas de Daigeler.

El vestuario es uno de los pilares centrales de la novela, y así lo han respetado en la serie. Los estilismos están cuidados hasta el más mínimo detalle, algo que requirió del 7% del total del presupuesto de la serie, una cifra considerable. La gran mayoría de las prendas están hechas a medida y confeccionadas con telas traídas desde todas partes de Europa. Teniendo en cuenta que Adriana Ugarte llega a lucir hasta 34 looks en un solo episodio, se puede imaginar el trabajo que ha supuesto elaborar el guardarropa de la serie. En uno de los próximos episodios se podrá ver hasta una recreación del mítico Delphos de Fortuny que aparece en el libro. Se crearon cerca de 400 trajes a medida y se alquilaron otros 1.500, principalmente de la sastrería madrileña Cornejo y de otros proveedores en Londres.

(SPOILERS) Sira, la protagonista de la novela, evoluciona personalmente a lo largo de la historia, algo que afecta de lleno a su forma de vestir. Pasa de ser una humilde modista de familia a fundar su propio taller de Alta Costura y relacionarse con la alta sociedad. Todo esto añadido a los distintos viajes que realiza (Madrid, Tetuán, Tánger, Lisboa) y el avance del tiempo, pues empieza a mediados de los años 30 y llega hasta los 40. Estos factores hacen que el vestuario se vuelva más interesante, pues irá introduciendo nuevas telas, nuevas prendas (turbantes, pañuelos), nuevos estampados, y nuevos cortes según madura y avanza socialmente.

El punto fuerte del vestuario son los maravillosos estampados que lucen los personajes femeninos. En particular Sira, a la que vemos con lunares, microflores al estilo Liberty’s, flores de todos los tamaños y colores… Los detalles están cuidadísimos, desde los tocados a juego con los vestidos, hasta los guantes, pendientes y collares de perlas. Cada estilismo es único, y está elaborado exactamente para cada escena. Conjuntos humildes de sus tiempos como modista de familia, unas faldas lápiz combinadas con blusas floreadas, vestidos con cuello babero, conjuntos de lencería y combinaciones de seda… En el primer episodio hay un vestido blanco precioso que muestra a Sira como una mujer inocente, pero pronto cambia a un conjunto granate mucho más sofisticado haciéndola más fuerte. En cuanto al vestuario masculino, el contraste entre Ignacio y Ramiro es evidente. Ignacio lleva trajes más campesinos, de alpaca (pero muy bien elaborados), mientras que Ramiro es más exquisito, cosa que queda patente con su look sport: polo azul con cuello resaltado, pantalones blancos, y unos oxford brogue bicolor en blanco y negro.

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El diseño de vestuario estuvo a cargo de Sabine Daigeler, figurinista de origen alemán afincada en Madrid. Tiene cuatro nominaciones a los Goya, y en su currículo encontramos títulos como Volver, Todo sobre mi madre, Biutiful, Princesas, Only lovers left alive (con Tilda Swinton)… La fidelidad del vestuario a la novela está asegurada, pues Sabine y María Dueñas son amigas incluso desde antes de que escribiera la novela, y fue la propia Sabina la que asesoró a Dueñas sobre los detalles de un atelier de costura para el libro. ¡Y casualmente, la eligieron para diseñar el vestuario de la serie! He tenido la oportunidad de entrevistar a Sabine Daigeler sobre su trabajo en el vestuario de El tiempo entre costuras, y esto es lo que me ha contado sobre los retos del proyecto, los detalles de algunos conjuntos, y las claves de cada personaje:

MP: ¿Podrías contarnos cuáles son los pilares del estilo de Sira?
SD: Sensualidad usando telas naturales, vitalidad usando determinados colores, y moderna.

¿Cómo evoluciona el vestuario de Sira según avanza la historia?
Sira joven tiene un estilo algo naïv, inocente, pero con gusto para la moda, ya que trabaja en un taller de Alta Costura. Luego se convierte en una mujer glamourosa, moderna, atrevida, un poco masculina, ya que usa pantalones

En concreto, ¿cuál es el cambio principal entre que es abandonada por Ramiro y sufre penurias, hasta que comienza a prosperar con su taller y se vuelve más sofisticada?
Cuando esta abandonada por Ramiro, casi no se cambia de ropa, sólo tiene un falda marrón de lana, y en cuanto vuelve a la vida, a coser, vuelve a los colores, telas más vaporosas, prendas más sensuales.

¿Qué elementos marroquíes introduce Sira en su vestuario al comenzar su vida allí?
Incorpora alguna joya, telas de algodón y a la vuelta de Marruecos a Madrid se va a ver claramente una influencia marroquí, pero eso es sorpresa…

¿Dónde obtuviste la mantilla del vestido de novia? ¿Cómo se desarrolló el diseño del vestido?
La mantilla es de alquiler de Sastreria Cornejo en Madrid, y el vestido un diseño mío con un encaje que compré en Inglaterra. Me inspiré en fotografías antiguas.

¿Podrías hablarnos del vestuario de Ramiro? ¿Cuáles son sus prendas clave?
Las prendas claves del vestuario son sus trajes hechas a medida con patrón de la época, él los luce muy bien…

María Dueñas ha alabado la fiel representación de su novela, ¿hablaste con ella a la hora de abordar el vestuario? ¿Te dio alguna indicación?
Por casualidad soy amiga de María Dueñas de antes de la novela, y me consultó durante su desarrollo sobre Alta Costura y el mundo de los talleres de moda de época y las telas. Luego fue casualidad que me propusieran la serie. María y yo por supuesto encantadas.

¿Adónde acudiste para documentarte sobre la época?
Tengo una biblioteca grande en casa con libros de moda sobre todas las épocas, libros de fotografia, pintores… También por mi trayectoria justo esta época la controlo bastante.

¿Hiciste algún viaje para observar el estilo de las distintas ciudades en las que transcurre la serie?
He estado ya varias veces trabajando en Marruecos y en Portugal, así que sí, conocí el estilo y las influencias de las ciudades.

¿Cuáles fueron tus fuentes de inspiración? ¿Hubo alguna persona real de aquella época que te inspirara?
Me inspiraron en general las estrellas de Hollywood de esa época. Marlene Dietrich, Greta Garbo, Rita Hayworth…

¿Has cogido referencias de diseñadores de moda reales?
Por supuesto, siempre lo hacemos. Para esta época: Chanel y Elsa Schiaparelli.

¿Cuál fue el gran reto del vestuario de la serie?
Los diferentes modelos para el taller de costura, que se necesitaban siempre en diferentes estados de fabricación: para cortar el patrón, para una prueba, y ya hecho. Todo esto muchas veces en el mismo día de rodaje.

¿Con qué antelación comenzaste a preparar el vestuario de la serie antes de que se empezara a rodar?
Si me acuerdo bien, casi cuatro meses.

¿Cuántas personas formabais el equipo de vestuario?
Ocho personas fijas y luego refuerzos.

¿Cuánto tardabais en elaborar uno de los vestidos a medida?
Depende, pero más o menos una semana.

Destaca el uso de los estampados, ¿adónde acudías para encontrar esas maravillosas telas?
Uff, fue difícil, vienen de todas partes de Europa.

La mayoría de los conjuntos son hechos a medida. Aquellos que no, ¿dónde los obtuviste?
Alquilé un gran stock de ropa en Cornejo, Madrid, y tambien trabajé con algunos proveedores de Londres.

¿Alguna anécdota del rodaje?
Hace tanto tiempo, que ninguna en concreto, pero ha sido una experiencia muy bonita. Sobre todo Marruecos y Lisboa ha sido maravilloso. Y me alegro que la serie gusta al espectador. Ha sido un gran esfuerzo de mucha gente.

¿Hay algún vestido o conjunto que recuerdes con especial cariño?
Un vestido largo blanco y negro, con estampado de flores grandes.

Desde que empezó como costurera, con esos vestidos estilo antigua hasta que se convirtió en una diseñadora de aclamada fama con abrigos de piel, faldas lápiz y americanas que marcaban su figura a la perfección, el personaje de Sira ha sufrido un sorprendente cambio durante la emisión de la serie.

En estos diez capítulos y el que nos queda por descubrir, Sira Quiroga ha dado un revés a la moda, y es que si el estilo retro ya estaba de tendencia, con la protagonista de ‘El Tiempo Entre Costuras‘ el retro está más de moda que nunca.

Cuando era una simple costurera, Sira lucía unos vestidos estilo años 30 que denotaban su baja clase social, unos looks que hoy en día invaden las tiendas en verano estilo ‘look de la padrera’. Más tarde, cuando empezó hacerse un hueco dentro del mundo de la moda en Tánger, Sira empezó a embutirse en faldas lápiz que destacaban su estilizada figura con las camisas anudadas al cuello o con cuellos de picos infinitos.

Los turbantes han sido un complemento imprescindible para Sira y que han marcado tendencia esta temporada. Por no hablar de sus maravillosos tocados y sombreros, que la otorgaban un aire distintivo y muy elegante a nuestra protagonista combinándolos con unos espectaculares bolsos sobre.

Sira ha demostrado que es también una fanática de las perlas y los broches, además de los labios rojos que ha lucido en cada capítulo. Las flores han marcado un cambio en la vida de Sira, aportando alegría a su personaje y sacándole de esos momentos donde la tristeza la invadía por dentro.

Y cómo no recordar aquellos abrigos con pieles que hacían traspasar el glamour por la pantalla, y es que Sira ha marcado un antes y un después dentro de la pequeña pantalla. ¡Todo un derroche de estilimos en cada capítulo!

Los mejores looks de Sira Quiroga

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